"...Odiar es querer sin amar. Querer es luchar por aquello que se desea y odiar es no poder alcanzar por lo que se lucha. Amar es desear todo, luchar por todo, y aun así, seguir con el heroismo de continuar amando. Odio mi calle porque nunca se rebela a la vacuidad de los seres que pasan por ella. Odio los buses que cargan esperanzas con la muchacha de al lado, esperanzas como aquellas muchas que se frustan en toda hora y en todas partes, buses que hacen pecar con los absurdos pensamientos, por eso, también detesto esos pensamientons: los míos, los de ella, pensamientos que recorren todo lo que saben vulnerable y no se cansan. Odio mis pasos, con su acostumbrada misión de ir siempre con rumbo fijo, pero maldiciendo tal obligación. Odio a Cali una ciudad que espera, pero no le abre las puertas a los desesperados..."
"... Odio a mis amigos...uno por uno. Unas personas que nunca han tratado de imitar mi angustia. Personas que creen vivir felices...Odio a mis amigas, por tener entre ellas tanta mayoría de indiferencias..."
"... No sé, pero para mí lo peor de este mundo es el sentimiento de impotencia. Darse cuenta uno que lo que hace no sirve para nada. Estar uno convencido que hace algo importante, mientras hay cosas mucho más importantes para hacer, para darse cuenta que se sigue en el mismo estado, que no se gana nada, que no se avanza terreno, que se estanca que se patina..."
"...la odio porque me originó un problema el berraco y porque siempre se iba con mis palabras, con mis gestos y mis caricias, con todo... otra vez para su cama. Pero, tal vez para nosostros exista otra gloria la final del camino, si es que todavía nos queda camino... quien sabe..."
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