Odio mi corazón, el dolor y las muchas veces, que el duende vino a mi para recoger su tesoro tan preciado de mis mejillas.
Siento como en mi pecho se reúnen en una sola masa los sentimientos mas odiosos, que en mi se pudieran formar; ahogándome, haciéndome nada ante este miedo
De pronto, me he convertido en una hipocondríaca, pero es que he descubierto de nuevo el dolor y la única culpable soy yo, porque saque mi corazón de la protección tan pesada que no lo dejaba alcanzar por mas que lo intentaran, y así lo cuidaba.
Pero soy contradictoria, porque al haberme quitado la pesada cortina de temor que lo cubría, pude ver la dulce cara de la felicidad, pero que a la vez es agria, porque en esta vida nada es color de rosa, ni nada es gratis.
He comprendido que no se nada.
Claro esta que en el infortunio, no encuentras asidero y sientes la tentación de rendirte. Trato de mirar las penas con otros ojos y preguntar al dolor, para que carajos llego a mi vida y que es lo que se trae entre manos. Lo veo como el creador de mis pesadillas, pero se que viene para pulirme y ayudarme a evolucionar.
Se que en esta vida nada me frena, pero lo si lo hago yo misma, con mis múltiples miedos y mi inseguridad.
Pero al igual se que el sentido de mi vida, esta en el amar y tratar de convivir y no en acumular y competir contra mi yo.
Siento como en mi pecho se reúnen en una sola masa los sentimientos mas odiosos, que en mi se pudieran formar; ahogándome, haciéndome nada ante este miedo
De pronto, me he convertido en una hipocondríaca, pero es que he descubierto de nuevo el dolor y la única culpable soy yo, porque saque mi corazón de la protección tan pesada que no lo dejaba alcanzar por mas que lo intentaran, y así lo cuidaba.
Pero soy contradictoria, porque al haberme quitado la pesada cortina de temor que lo cubría, pude ver la dulce cara de la felicidad, pero que a la vez es agria, porque en esta vida nada es color de rosa, ni nada es gratis.
He comprendido que no se nada.
Claro esta que en el infortunio, no encuentras asidero y sientes la tentación de rendirte. Trato de mirar las penas con otros ojos y preguntar al dolor, para que carajos llego a mi vida y que es lo que se trae entre manos. Lo veo como el creador de mis pesadillas, pero se que viene para pulirme y ayudarme a evolucionar.
Se que en esta vida nada me frena, pero lo si lo hago yo misma, con mis múltiples miedos y mi inseguridad.
Pero al igual se que el sentido de mi vida, esta en el amar y tratar de convivir y no en acumular y competir contra mi yo.
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