Aunque me hubiera gustado compartir el frió de la noche contigo en la puta mierda como me dijiste situaciones en las que me obligaba a compartir y querer a alguien que no conocía me mantuvieron enterrada en situaciones convergentes para mi.
En ese proceso de afectividad trajo como consecuencia un revoltijo en mi estomago ocasionándome vomitar hasta lo que ya no tenia. Haciendo de mi un muñequito de trapo, y como así fuera, y peor aun, como si fuera una muñeca de una niña que juega con ella y que se imagina que su “bebe” esta enferma le dice que es mejor estar en casa para ponerse mejor.
Me quede en casa mirando la noche y los múltiples colores que poseía gracias no a la luna sino a los rayos que se desplegaban por el inmenso espacio nocturno del cielo además de las nubes cargadas de agua que poseían color rosado en su forma abultada, miraba a través de la ventana de mi cuarto
Para amortiguar el frió producto de las sensaciones contrarias a lo que deseaba (enfermedad y aburrimiento), me acurruque e mi cama bajo cobijas mirando una programación televisiva aburrida que me decía “¿porque carajos no estaba afuera y hubiera dejado todo?”
Mi compañía era la soledad y una almohada que abrasaba como si abrazara un alguien para que hiciera de esta noche algo mejor, teniendo en mi cabeza una llamada no realizada aceptando una invitación a un algo que me hubiera hecho mejor
Gracias por tu invitación pero mi vasija de barro se desbordo y perdió color y me toco que arreglarla a punta de mimos solitarios.
En ese proceso de afectividad trajo como consecuencia un revoltijo en mi estomago ocasionándome vomitar hasta lo que ya no tenia. Haciendo de mi un muñequito de trapo, y como así fuera, y peor aun, como si fuera una muñeca de una niña que juega con ella y que se imagina que su “bebe” esta enferma le dice que es mejor estar en casa para ponerse mejor.
Me quede en casa mirando la noche y los múltiples colores que poseía gracias no a la luna sino a los rayos que se desplegaban por el inmenso espacio nocturno del cielo además de las nubes cargadas de agua que poseían color rosado en su forma abultada, miraba a través de la ventana de mi cuarto
Para amortiguar el frió producto de las sensaciones contrarias a lo que deseaba (enfermedad y aburrimiento), me acurruque e mi cama bajo cobijas mirando una programación televisiva aburrida que me decía “¿porque carajos no estaba afuera y hubiera dejado todo?”
Mi compañía era la soledad y una almohada que abrasaba como si abrazara un alguien para que hiciera de esta noche algo mejor, teniendo en mi cabeza una llamada no realizada aceptando una invitación a un algo que me hubiera hecho mejor
Gracias por tu invitación pero mi vasija de barro se desbordo y perdió color y me toco que arreglarla a punta de mimos solitarios.
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